Cosas de niños... emociones de madres

Desde hace unos años atrás que muchos amigos y amigas, me animan a publicar muchas de las situaciones y comentarios de mis hijas, pues al parecer son divertidos y dejan un mensaje para pensar...
En realidad, toda madre sentirá emociones incomparables y únicas, frente a cada forma de responder de sus pequeños (verbalmente, con gestos, soluciones a problemas, etc.); mientras más pequeño, más entusiasmo generará en la madre, el padre y la familia, en general.

Recuerdo que un día después de haber cumplido 2 años, mi pequeña Sofia, nos acompañó a mi esposo y a mí a realizar las compras de los dulces para llenar las sorpresitas de su cumpleaños, que sería un día después; sin embargo, el supermercado al que fuimos no ofrecía tanta variedad y descuentos, por lo que vimos por conveniente, ir a otro, para realizar la comparación. Ya para esto, Sofia había tomado una bolsa de bombones y los había puesto en el coche de compras, para evitar que llorase al ver que no lo llevaríamos, cogí el producto y mirándola a los ojos le dije: "hijita, no vamos a llevar este producto porque olvidé traer el monedero y no podré pagarlo", mi pequeña hija, solo atinó a mover los ojos de un lado a otro y de manera inmediata respondió: "y la tarjeta". Las risas y la sorpresa estuvieron presente en aquella ocasión, como la vez en la que trayéndola del nido, mi pequeña me pidió que le comprara un juguete que recordaba de un comercial (en esta ocasión ya tenía 3 años) y al decirle que no traía ni dinero, mi hija me respondió: "mami, es sencillo, vas al banco y en el cajero sacas el dinero que necesitas".

Cosas como esas son muy comunes en nuestros hijos e hijas. Sin embargo, hay algunas frases que van a trascender a lo largo del tiempo...

Por ejemplo, hace unos días atrás, una prima se encontraba mirando unas fotos de su quinceañero, al cual asistimos mi esposo y yo, cuando aún éramos enamorados, al ver estas fotos Sofia, preguntó: "mami, por qué no estaba yo en la foto?... ahhh ya sé, estaba en tu barriguita, verdad?". Ante ello, tuve que decirle que no, que para ese tiempo ella aún no estaba en la barriga de mamá. Acto seguido, mi niña me repregunta: "Entonces... (con cara de preocupación), dónde estaba?... ahhh ya sé, estaba en el cielo, como un angelito y cuando Diosito dijo: quién quiere ser la hijita de Elena, yo levanté mi manito... y por eso ahora soy tu hija, no mami?"

Recuero también, el día en el que Sofia me preguntó: "mami, ¿para qué morimos?", imaginé que la pregunta era ¿por qué mueren las personas?, pero mi linda hija, refutó diciendo, "no, las personas mueren porque están viejitas, porque están enfermas o porque tuvieron un accidente... ¿para qué morimos, mamá?". Como comprenderán, solo atiné a dar una respuesta muy ligera, explicando que la vida tiene un inicio y un final, y que quizás el morir sea para que nuestro cuerpo pueda descansar.

Otra de las "cosas que emocionan" que puedo recordar fue cuando a inicios de este año, Sofia ya con 4 años me preguntó: "mami nena (como suele decirme), una mujer tuvo hijos, pero cómo hizo ella para nacer? ¿quién sería su mamá?; en realidad pensé que se trataba de alguna mujer en particular, ya que en el camino hacia mi nuevo trabajo, habían muchas mujeres que estaban caminando, pero Sofia comprendió que mamá no había entendido su pregunta y rápidamente respondió "no, tú eres mi mami y la mamá Hilda es tu mamá, pero quién fue la mamá de todas las mujeres? ¿cómo hizo esa mujer para nacer si no tenía mamá?". Sinceramente, frente a tremendo cuestionamiento, no tuve mayores recursos y tuve que responderle a mi pequeña, que por el momento no sabía cómo explicarle, pero que lo haría, luego de investigarlo. En realidad, pasó el tiempo y no hasta hoy no lo he cumplido =(  No obstante, estoy esperando el momento oportuno para poder hacerlo.

Solamente, me he detenido a presentar algunas "pinceladas" de la pequeña Sofia, pronto estaré escribiendo las de Ivana, quien ya a su año y seis meses, demuestra sus habilidades, siendo capaz de mantener un pequeño diálogo, tipo entrevista en la que responde su nombre, el de sus padres, el de su hermana y su mascota, también menciona cuál es su color y fruta favoritos, entre otras preguntas... 

En fin, hay tantas cosas que quisiera compartir, sobre este gran desafío de ser mamá de dos niñas, y las grandes emociones y satisfacciones que traen a mi vida.

Este tipo de situaciones han sido y yo imagino, que seguirán siendo hasta el final de mis días, una emoción que día a día, se hace presente en mi hogar, y en los hogares de cada una de las madres, porque toda madre se emociona, se llena de felicidad, pero también se sorprende y hasta colapsa, cuando no puede dar respuesta a las inquietudes de sus pequeños/as.

Me quedo con la idea de mi hija de decir que Dios pregunta a cada angelito, "quién quiere ser el hijo de una respectiva madre". 





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