Crianza en Niños Pequeños - Padres Formadores

Considero que lo más importante para una adecuada formación integral de todo niño y toda niña es el estilo de crianza que ambos padres pueden tener (estos estilos, si bien serán diferentes, deben sincronizarse); por ello, si este estilo de crianza no es adecuado, se producirá un desajuste en la interacción niño-padres y con ello, retrasos en el desarrollo.

Las necesidades del ser humano en la primera etapa de la vida deben ser proporcionadas por los padres para que los niños en un futuro sean personas adecuadamente desarrolladas: necesidad de construir y mantener un vínculo afectivo estable con el adulto que lo cuida, necesidad de promover el proceso de individuación/separación, necesidad de promover la socialización y los aprendizajes que le van a permitir hacerse autónomo de una forma gradual y la necesidad de protegerse de las enfermedades y otros acontecimientos que pueden poner en peligro su integridad como persona física y emocionalmente.
Actualmente, la mayoría de padres, se encuentra fuera del hogar por el trabajo que tiene, y el tiempo que se tiene para brindar a los niños se limita a porciones de horas. En estos casos se está afectando los estilos de crianza.

Pero, no hay que olvidar que todo niño necesita crecer en un hogar con normas, límites y reglas claras. Cuando se es pequeño, se está está acostumbrado a que los padres pongan los límites, no obstante, más adelante no va a ser necesario que ellos los sigan estableciendo, porque el niño habrá aprendido a hacerlo por sí mismo.

Si en casa los padres establecieron límites adecuadamente y el niño aprendió a posponer sus deseos, podrá tolerar con mayor facilidad una situación complicada; por el contrario, si el niño nunca aprendió a posponer sus deseos y a tomar conciencia que no siempre tendrá inmediatamente lo que quiere, no generará recursos para tolerar la frustración.

¿QUÉ ES LO REALMENTE PERJUDICIAL PARA EL DESARROLLO DEL NIÑO?

  • El no poner ningún tipo de límites a su comportamiento. 
  • Establecer unos límites o normas demasiado estrictas o excesivas en cuanto a cantidad no dejarían crecer al niño y desarrollarse.
  • Muchas veces los padres creen que los límites frustran a los niños, cuando lo que ocurre es contrario, ya que les brindan recursos para que poco a poco vayan aprendiendo a tolerar las situaciones incómodas y a enfrentarlas con éxito.


¿QUÉ CONDICIONES SON FUNDAMENTALES PARA ESTABLECER CON ÉXITO LOS LÍMITES?

  • Que exista un buen clima familiar de afecto y cariño, cuando los niños se sienten reconocidos y queridos están más dispuestos a aceptar las normas.
  • Los padres deben estar convencidos de aquello que exigen y, por tanto, han de luchar para su cumplimiento.
  • Las normas han de ser claras y realmente necesarias, y por tanto, no han de ser excesivas, pues ello acabaría por convertirlas a todas ineficaces.
  • Es mejor proponer sólo unas pocas normas para poderlas así defender mejor. El clima familiar es más agradable si no hay demasiadas reglas que obedecer. El exceso crea confusión, limitación y acaba siendo ineficaz.
  • Los padres deben comportarse en forma coherente a lo exigido, pues con el ejemplo también se enseña.
  • Es normal y habitual que el niño quiera probar con su actitud y con su conducta, hasta dónde puede llegar y cuál es la reacción de los padres.
 
SUGERENCIAS EN EL ESTABLECIMIENTO DE NORMAS Y REGLAS EN CASA

  • Las reglas deben ser claras, precisas y concretas, comprensibles para los niños (expresadas en un lenguaje adecuado y con términos conocidos por ellos), sin contradicciones.
  • Hay que decirle al niño qué es lo que queremos que haga y no tanto qué es lo que no queremos.
  • Modelar el comportamiento deseado para que se establezca, en vez de esperar a que su mal comportamiento aparezca. 
  • Premiarlo  verbalmente, elogiándolo y haciéndole cariño; evitar el castigo físico.
  • Reforzar los pequeños cambios en su comportamiento; no esperar grandes cambios al principio.
  • Pasar por alto algunas conductas inapropiadas, menos la que se pretende eliminar.
  • Si se premia o castiga a un niño pequeño, es necesario hacerlo inmediatamente después de la conducta.
  • Evitar castigar físicamente por una conducta agresiva.
  • Es importante reforzar cada paso del progreso del niño, de manera que se sienta motivado a continuar.

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